Ismara Sánchez y su familia, jamás pensaron que en la tierra prometida, como veían a España, no encontraría trabajo y que la Policía Nacional le echaría de su casa. Foto: Cubainformación

Varios disidentes cubanos con sus familias llegaron a territorio español porque se oponían a la Revolución cubana y al socialismo. Despachaban todo tipo de mensajes laudatorios del capitalismo, del libre mercado y de la “democracia” española. Vinieron con la promesa de las autoridades españolas de obtener trabajo y vivienda. Meses después, agotadas las ayudas y desnudadas las mentiras, muchos y muchas acabaron durmiendo en la calle, o desalojados de forma violenta por la Policía Nacional. La plataforma Stop Deshaucios de Alicante defendió a una de estas familias, como una más de las miles que son deshauciadas, víctimas del capitalismo en Europa.

Contraría ver como son los propios ciudadanos españoles quienes salen en defensa de estas familias, mientras que Berta Soler y Yoani Sánchez, quienes estuvieron en España con tanta atención mediática sobre ellas, no emitieron ningún criterio sobre la situación de sus compatriotas, en cambio, se deshicieron en elogios para con la élite política española que aprueba este tipo de acciones.

(Publicado originalmente en Cubainformación)