El pasado 10 de diciembre , Día Internacional de los Derechos Humanos, algunas de las llamadas Damas de Blanco volvieron a montar su show, a decir que son personas que luchan por las libertades y valores humanos fundamentales, como la dignidad, el respeto al otro, etcétera. Sin embargo, ni siquiera pueden convencer con su imagen y discurso porque sencillamente, no son ni dignas ni humanas. Berta Soler, su “líder” se ha encargado de demostrar en numerosas ocasiones que no lo es.
Quien tira piedras no puede tener techo de cristal. Ni la decencia ni el civismo caracterizan a este grupo.
Uno de sus reclamos más reiterados es la libertad de supuestos presos políticos. El Fiscal General de la República de Cuba, Darío Delgado, expresó en entrevista al diario Granma:
“…a veces se dice que aquí hay presos políticos. No los hay, y voy a explicar por qué. De los extranjeros que están sancionados en Cuba (que es una cifra muy pequeña), hay una parte que es por delitos comunes. Y existen otros, muy pocos, que están vinculados con delitos de carácter no común, como son los terroristas, o alguno que (pagado por una potencia) vino a Cuba a subvertir el orden político. Respecto a la mayoría de aquellos que se autotitulan disidentes, son presos comunes que han sido atraídos por las organizaciones contrarrevolucionarias, internas o externas, y reciben un pago directo o indirecto. Pero no son presos de conciencia, porque si lo fueran, actuarían de otra manera”.
Uno de los último
s acontecimientos es el juicio a los hijos de Sendiña, la lugarteniente de Berta Soler. ¿Por qué? ¿Acaso es un proceso arbitrario por cuestiones políticas? Pues no. El caso es que Ariel y Ricardo González Sendiña están siendo procesados por robo con fuerza en una vaquería particular de Boyeros. Obviamente, su objetivo se reduce al lucro.
Esta no es la única equivocación de Ariel y Ricardo. Según reconocen fuentes oficiales, el primero fue acusado por lesiones graves en el 2011, mientras Ricardo en el 2000, mediante el uso de medios de fuerza, hurtó una bicicleta en el Vedado, y dos años después fue igualmente denunciado por riña.
Con este ejemplo predica el séquito de Berta Soler, esta es la educación que ofrecen las Damas… he aquí toda su pureza desplegada.