Obama: viejos y gastados pretextos

Barack Obama

La administración de Barack Obama emplea argumentos similares a los de sus antecesoras para evitar un diálogo serio, profesional y respetuoso con el Gobierno de Cuba, al exponer un funcionario del Departamento de Estado el pasado diciembre del 2013 que: “El gobierno de Estados Unidos está abierto a forjar una nueva relación con Cuba, cuando el pueblo cubano disfrute de las protecciones a los derechos humanos fundamentales y la habilidad de determinar libremente su propio futuro político”.

En décadas pasadas los supuestos impedimentos eran que Cuba apoyaba los movimientos revolucionarios en América Latina, después que estaba aliada a la Unión Soviética, más tarde fue el envío de tropas a defender la liberación de Angola y eliminar el criminal Apartheid con el cual Estados Unidos comulgaba, luego apareció el pretexto de los Derechos Humanos y el actual es la detención del norteamericano Allan Gross, contratado por la USAID para la puesta en marcha de un amplio proyecto subversivo con el empleo de tecnología similar a la que la CIA entregó en la Habana a uno de sus agentes secretos.

Ninguno de estos elementos son reales y solo enmascaran la verdad, reflejada en el primer Programa de Acciones Encubiertas de la CIA, aprobado por el Presidente Eisenhower el 17 de marzo de 1960, en el cual se plantea textualmente que:

“El propósito del programa aquí expuesto es provocar la sustitución del régimen de Castro por uno que responda mejor a los verdaderos intereses del pueblo cubano y sea más aceptable para Estados Unidos”.

Lo que Estados Unidos oculta y distorsiona es su constante violación de los más elementales derechos humanos de su pueblo y los del resto del mundo. Para ellos, iniciar guerra fratricidas contra países lejanos que no afectan su seguridad nacional, asesinar a personas inocentes, emplear bombas con uranio empobrecido causantes de enfermedades incurables, planificar y ejecutar planes contra la vida de líderes políticos que no son de su agrado, no son violaciones de los derechos humanos.

No garantizar un sistema de salud justo y amplio para su pueblo, permitir el uso indiscriminado de armas de fuego causante de decenas de muertes inocentes, el consumo masivo de drogas fuertes y dejar sin amparo a cientos de personas afectadas por fenómenos naturales, como sucedió cuando el huracán Katrina, tampoco son acciones que violen los derechos más elementales de sus ciudadanos.

Darle apoyo y protección a terroristas internacionales como Orlando Bosh, Luís Posada Carriles, Guillermo Novo Sampol, Eduardo Arosarena y otras decenas de ellos, no son actos violatorios.

El aprobar planes Encubiertos contra Cuba como el preparado por la Agencia Central de Inteligencia para el Grupo permanente del Consejo Nacional de Seguridad, el 8 de junio de 1963, titulado: “Política encubierta y programa integrado de acciones propuestas hacia Cuba”, tampoco son violaciones de los Derechos Humanos.

En ese Programa se describe una amplia gama de actos de terrorismo contra todos los sectores de la economía cubana y se hace hincapié en que: “habrá fracasos con la consecuente pérdida de vidas y acusaciones contra EE.UU. que resultarán en críticas en casa y afuera. Ninguna de esas consecuencias esperadas deberá hacernos cambiar nuestro curso si el programa expuesto puede esperarse tenga éxito.”

Por tanto, es el Gobierno de Estados Unidos quien realmente tiene que mejorar las condiciones de los derechos humanos y el respeto hacia las libertades fundamentales de Cuba, y dejar que el pueblo cubano decida su camino sin presiones, ni falsas y manipuladas exigencias.

 Publicado originalmente por El Heraldo Cubano

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *