Yoani Sánchez podría copiar el modus operandi de Radio Martí cuando funde su medio de prensa digital en la Habana, independiente e ilegal. Así que ya sabe: la bloguera viajera, según los “maestros” que ha elegido, lo que quiere es seguir fabricando mentiras sobre Cuba.
Yoani Sánchez disfruta de su turno en el carrusel de la disidencia cubana pagada por Washington. Aunque ahora dicen que tiene un sitio prominente en él no debe olvidar que por ahí pasaron otros con más o menos vueltas. Debe recordar que el show es efímero.
Yoani Sánchez es como la cantante que llena de muñecones la sala del teatro y pone a cuatro personas delante para aplaudirla con un altoparlante de ovaciones grabadas. De esa manera fue a Miami a hacer un show con su banda y a cobrar su dinero.
Otra vez ponen en duda la legitimidad de Yoani Sánchez. Su constante llanto no logra convencer a nadie. Esta vez es es el bloguero Fabio Baccaglioni quien pone al descubierto las muchas contradicciones en el personaje que ha montado la ” víctima” que gana miles de dólares.
“Nosotros mantenemos la mano dura con el régimen de Castro, eso no queda la menor duda”, dijo Félix Rodríguez, el agente de la CIA que identificó a Ernesto Che Guevara en La Higuera (Bolivia) y decidió el asesinato del guerrillero, en un programa en el que elogió a la bloguera Yoani Sánchez.
En este capítulo de CSY (Cascara Sin Yema): “No mi’ja, no. Soy renuente a ayudas que tengan que ver con gobiernos o partidos políticos” -le dice Yoani Sánchez a la presentadora de CNN Carmen Aristegui.
A mitad de tour la Sánchez ya está diciendo que teme que al regresar a Cuba no la dejen salir más. Digamos que se cree que toda su importancia gira alrededor de su posibilidad de deambular. ¿Tiene complejo de viajante? ¿Vende alfombras persas?
Yoani Sánchez será recibida en Miami por el hombre al que se le atribuye el asesinato del Che Guevara y por los invasores de Bahía de Cochinos.
A Yoani Sánchez se le van agotando las mentiras sobre Cuba que sus empleadores le han preparado para su gira de 80 días alrededor del mundo. Ella misma tiene que aceptar que los logros de la Revolución son más fuertes que cualquier embuste que ella pueda fabircar.
La estrategia de marketing de ese producto de la CIA, llamado Yoani Sánchez consiste, tal y como suele hacerse con los perfumes y la Coca Cola, en seguir ofreciendo el mismo contenido pero en otro frasco.