Por Samuel Alejandro
El mitómano Guillermo Fariñas Hernández, nostálgico por sus “años de esplendor” frente a los lentes de sus patrocinadores radicados en Miami, e inconforme con la “marginación gremial” a la cual lo han destinado los “opositores de turno”, intenta rescatar el espacio perdido y echa mano a la única manera que tiene de resaltar por sobre los demás: Su clínicamente diagnosticada PROPENCIÓN al SUICIDIO devenida de una aletargada y mal atendida enfermedad mental diagnosticada a sus 12 años y celosamente oculta por su madre, la que haciendo uso de “facilidades” que le otorgaban el ser trabajadora de la Salud Pública, logró falsear la Historia Clínica de “Guillermito”, para conducirlo por un camino donde la recreación de una realidad, alimentada por un trastorno de personalidad constante y una psicopatía evidente lo condujera, en más de una oportunidad, a la prisión por delitos violentos.
Siguiendo una larga tradición de perretas y egocentrismos, vuelve el Coco Fariñas sobre sus pasos y ahora intenta maquillar su necesitad de reconocimiento para fabricar un escenario de golpizas que justifique una conducta que, a mas no poder, ha originado burlas y comentarios entre sus propios acólitos y colegas de la industria de la mentira contrarrevolucionaria.
Catalogado a hurtadillas por muchos “exiliados cubanos” radicados en Miami y en países de la Unión Europea, como la “Diva del Hambre” y por otros más allegados como “El Faquir de Pijirigua”, Guillermo Fariñas se niega a dar paso a la nueva generación de oportunistas que hoy, con caras menos repulsivas, verborreas más asimilables y proyectos contrarrevolucionarios menos sub realistas intentan acomodarse entre la fauna tradicional y decadente de la cual Fariñas forma parte.
Desde lejos ya se escuchan los graznidos de las aves de rapiña vinculadas a Medios de Desinformación anticubanos que van haciendo filas para difundir al mundo la Buena Nueva en contra del “Régimen de los Castros”. Sin recato alguno se va montando la carpa; despacio, sin apuro, en torno a un monigote sin otro mérito que haber hecho de la presunta Lucha por la Libertad de Cuba un modo de vida holgado en lo material y miserable en lo espiritual.
Este despojo humano vuelve a tomar sus atuendos de “Mártir” para comenzar su pose de “Oráculo Disidente” en un nuevo recorrido entre el chantaje, la mitomanía convulsiva y la inmoralidad.
Guillermo Fariñas Hernández, ha sacado ya SUS CUENTA$, pero no se ha dado CUENTA, que en cuanto a él: ¡A nadie le da la CUENTA!