Dora Leonor: ¿apasionada o…mercenaria?

Resulta que ni siquiera los artículos relacionados con el Proyecto Plapliplo, publicados por Dora, prueban ser de su total autoría y creación. Se refiere a logros alcanzados por la maestra después de los primeros cuatro cursos de la vida escolar con sus alumnos.

 

¿Y es que no se refiere entonces a los ya acostumbrados éxitos de cientos de maestros primarios que TRANSITAN POR EL CICLO escolar con sus discípulos? Luego, ¿qué de novedoso trae el Proyecto? Ya a finales de la década de los 70 se abogaba y se defendía esta práctica en la Educación Primaria y muchos y muy buenos resultados se han recogido de ella, hasta en la Educación Media Básica y Preuniversitaria. Por otra parte, especial énfasis ha puesto en “su nuevo enfoque de cómo impartir las clases” creando independencia cognitiva en el alumnado.

 

Tan antigua como la enseñanza de Félix Varela, genuino cubano que nos enseñó en pensar desde el proceso de aprendizaje, y que ha sido basamento de la política educacional cubana en el período revolucionario. Por tanto no es sorpresa ni casualidad que estos resultados hayan trascendido el espacio físico de una maestra en su aula-clase, para multiplicarse en las miles que tiene el país. Se refiere también a un “cambio importante”: el empleo de recursos tecnológicos. ¡Qué plagio! Fue el líder histórico de la Revolución cubanísima, ÚNICO E IRREPETIBLE, quien demostró a todos los educadores, a inicios del Siglo XXI que, a tono con el avance tecnológico mundial, había que poner la escuela en el centro de las principales inversiones planificadas por el Estado. ¡Y así fue; así ha sido hasta hoy, con el mayor de los esfuerzos de un país bloqueado también tecnológicamente!

 

Pues claro que desconoce todo ello, pues fue muy lejos a buscar dónde prepararse y superarse; para eso escogió el Instituto Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Texas, que no pudo darle todos esos elementos como seguramente está en condiciones de hacerlo nuestra Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona”, porque allí, en su Facultad de Superación “Fulgencio Oroz”, sí se preparan LÍDERES para los procesos educativos cubanos y sí se les entrena para investigar sobre un tema escolar. Y si en Cuba eso es mucho más fácil, ¿sería ésta entonces pasión por educar ó una forma de “JUSTIFICAR” la plata que se le paga a esta MERCENARIA? Ó ¿es que allí la prepararían mejor para los cambios en un proceso educativo que ella JAMÁS VERÁ EN CUBA?

 

Y es que no podemos pensar de otra manera cuando vemos que sólo dirige su atención hacia las minorías que van a guarderías privadas y no en beneficio de las mayorías que son atendidas y aprenden institucionalmente en Círculos Infantiles, Jardines de la Infancia ó desde el programa Educa a Tu Hijo con promotoras y ejecutoras voluntarias entrenadas. Por eso no hay razón para que este país reconozca a la Asociación que le paga como una ONG, es suficiente con que reconozcamos a la figura de la Trabajadora por Cuenta Propia “Cuidadora de Niños”. Sin dudas, más que pasión es mercenarismo infundado.

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