Dora Leonor: ¿frustrada o…NEGADA?

Nos ha sorprendido sobremanera conocer por su entrevista a la ÚNICA CUBANA que, según refiere, ha deseado y no ha podido titularse como maestra. ¡Y cuánto orgullo sentimos los educadores por esa sabia decisión de los que le pusieron “obstáculos”! No sería digna de integrar las filas de un ejército que por más de 50 años ha entregado a cada generación de cubanos la sabia del conocimiento y de la dignidad. No creo que hubiera aprobado tales retos, pues endebles son sus fundamentos y demasiado fuertes sus ansias de enriquecimiento.

 

Resulta que en fecha revolucionaria tan temprana como en el 60 (año en el que ya estaba nacida y algo crecida), TODO cubano dispuesto fue a alfabetizar a cualquier parte y al regresar muchos se convencieron de su vocación de maestros y accedieron a becas de formación de docentes y hasta hoy son homenajeados por las jóvenes generaciones de educadores en la jornada del histórico diciembre. Pero después otros fueron los llamados: al Destacamento “Manuel Ascunce Domenech”, a los Makarenko, entre otros. Y mucho más reciente, al llamado de profesionales de otros sectores para impartir docencia en las Secundarias Básicas de la capital y abanderados en un Contingente de Profesores, algunos de los cuales aún permanecen enamorados en las aulas. ¿Cuántas oportunidades perdió Dora Leonor? Ó ¿A cuántas oportunidades le pasó por delante y negó su participación?

 

Más sorprendente aún que desconozca los cientos de miles de docentes de todas partes de Cuba que han cumplido y cumplen misiones de colaboración en cuanta nación del mundo lo ha solicitado, sin importar idioma o lengua para entenderse. Ha sido ésta una excelente oportunidad  para conocer mundo e intercambiar experiencias pedagógicas en otras tierras. Y es que sentimos que transpira mucho odio al hablar sobre los eventos Pedagogía en Cuba. ¡Qué pena! Imagine que, sólo en la última edición de este evento, se presentaron más de 3000 trabajos con resultados de calidad, hasta de humildes profesores de montaña que sí desarrollan su labor CON INFINITO AMOR. Es ese el que le ha faltado a Dora Leonor para decidirse a dar el paso hacia el magisterio.

 

Entonces no lo intente más; no se escude en una Asociación que en modo alguno va a contribuir, con su representación en Cuba, al Desarrollo de la Educación Infantil; la que ya exhibe logros y resultados que le han proporcionado los CUBANOS DIGNOS y que son reconocidos por la UNICEF, el Banco Mundial y otros organismos internacionales.

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