Julian Assange, Yoani Sánchez y los cables del Departamento de Estado de EE.UU.

Julian Assange en videoconferencia con La Habana. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate

Julian Assange en videoconferencia con La Habana. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate

El fundador de Wikileaks, Assange dialogó vía Internet este jueves con los participantes de un taller de ciberperiodismo auspiciado por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, de La Habana, en el que participaron jóvenes blogueros cubanos provenientes de diferentes ciudades del país.

El australiano respondió preguntas de los  asistentes al taller y de estudiantes de Periodismo de la Universidad de La Habana, sumados al encuentro virtual desde la sede del Centro de Información para la Prensa, en la capital cubana, institución que facilitó la conexión con Londres.

La agenda del enemigo

Sobre el silencio mediático en torno a la relación de Yoani Sánchez con EEUU, la colaboradora de una embajada de ese país más mencionada en los cables del Departamento de Estado filtrados por Wikileaks, Assange aseguró que “todos los consorcios mediáticos tienen una agenda, están enmarcados en los intereses de un grupo de personas (…); los medios de EEUU son muy cercanos al gobierno, promocionan sus agendas  y siempre terminan sentados en la mesa con el poder político de ese país, que los convierten en sus agentes”.

Añadió: “Publicamos muchos cables que tienen que ver con esta situación y van a ver que los medios occidentales han borrado párrafos enteros (…), pero vemos al enemigo hundido en un mar de mentiras y hemos visto eso en los cables diplomáticos y se escribe bajo la perspectiva del embajador norteamericano”.

Aseguró que casos como este (el de la bloguera) no es inusual: “He visto cómo algunos se convierten en títeres de otros países y (EEUU) otorga fondos a voces opositoras, con un efecto muy negativo, porque su agenda parece tener como objetivo actuar como agentes de EEUU”.

Recordó que “Bradley Manning ha sido sentenciado y a mí se me quiere extraditar sobre la base de la manipulación política. Las revelaciones de Wikileaks no dañaron a ninguna persona, ni Manning recibió dinero alguno, ni quiso dañar a los EEUU, solo quería comunicar la verdad sobre la guerra en Afganistán y la naturaleza criminal de la política de EEUU”.

 (Con información de Cubadebate)

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